Hace unas semanas se publicó en DVD (Cameo) Jaime Urrutia: la fuerza de la costumbre, la cinta que desde hace tiempo preparaba Carlos Duarte Quin sobre el músico madrileño. Se trata, según autor y compañía, de un ‘rockumental’, palabro feo donde los haya que, además, tampoco acierta del todo. Si hay que ponerse inventivo ‘rockmenaje’ le va mejor: si bien hace un buen resumen de la carrera musical de Urrutia desde sus comienzos en los albores de la Movida, la mayoría del metraje la rellenan amigos, familiares y colegas hablando –muy bien- del homenajeado.
Quedándonos con lo bueno, el documental hace un repaso por la trayectoria de Jaime Urrutia desde sus comienzos en el mundo de la música, sin haber cumplido aún los 20, en bandas como Gelatina dura o Ejecutivos agresivos, hasta su etapa en solitario, pasando, cómo no, por Gabinete Caligari, el grupo que presentaron en 1981 en el Rockola tres chavales de clase media de Madrid: Urrutia, Ferni Presas y Edi Clavo. O cómo su paso por la mili les ayudó a encontrar el estilo cañí que les definiría. Sus patillas, sus camisas de lunares y su Que Dios reparta suerte tuvieron la culpa de que se comenzase a hablar en la escena musical patria del ‘rock torero’, un calificativo que ya no les abandonó y que, como toda etiqueta, es bastante limitado.
Suenan de fondo clásicos como La culpa fue del cha cha cha o temazos como Cuatro rosas o canciones de tono lúdico-festivo como Maribel y Qué barbaridad -algunas de ellas en versiones de artistas como Ana Belén, Aute o Pereza- y, con semejante banda sonora, las dos horas de metraje pasan mejor. El cantante se remonta a su primera inspiración, The Clash, y a su máxima influencia, Elvis Presley. Amén. Pero, y es un pero mayúsculo, la continua voz en off del propio Urrutia, relatando con tonillo poético pensamientos sobre lo propio y lo ajeno, se hace pesada y terriblemente forzada.
El resto es un homenaje audiovisual al músico, algo que, por otra parte, es lo menos que se merece alguien que ha compuesto Camino Soria. Por el redil, y de buena gana, pasan amigos y compañeros de profesión como Enrique Bunbury, Loquillo, Johnny Cifuentes, Alaska, Andy Chango, Rubén Pozo, Leiva, Eva Amaral o el periodista Joaquín Ordovás detallando las virtudes de Urrutia: gran compositor, reconocible vocalista y, por supuesto, mejor persona. Entre medias, algunos vídeos difíciles de encontrar en internet y mucho, mucho, material fotográfico de Alberto García Alix.
“Si buscas en mí algo excepcional te voy a desilusionar; no esperes nada nuevo de un hombre de costumbres”, avisa el propio Urrutia… Pues eso. Y ni falta que hace más.
Urrutia en 10 frases de amigos
Ariel Rot: “Para mí es un compositor excepcional. Por lo menos tiene 10 o 15 canciones poderosísimas y muy envidiables”.
Bunbury: “Es una persona frágil, sensible y cariñosa; estos son los rasgos más desconocidos de Jaime y a veces me planteo cómo podrían darse a conocer, pero quizás es mejor que sea así y siga con esa coraza para el público”.
Loquillo: “Jaime Urrutia tiene lo que tienen los grandes: estilo y un carácter cantando. Y creo que sus canciones van perfectamente con su pose en el escenario”.
“Un creador crea. Yo sé dónde está Jaime: creando”.
Luis Eduardo Aute: “Me sorprendió esa enorme personalidad que tiene, que está como a su bola. Él hace las canciones que quiere de la manera que quiere”.
Eva Amaral: “El talento melódico que tiene Jaime; tiene una sensibilidad especial y con su voz potente todavía resalta más ese dramatismo de sus melodías”.
Ana Belén: “Jaime desde el primer momento se compromete con su país, con su idioma, con su cultura y, aparte de todo eso, es un letrista excepcional”.
Andy Chango: “Creo que tiene un humor en alguna de sus letras, una ironía, una mordacidad, que tampoco la encuentro en la mayoría de los compositores españoles”.
Alaska: “Alguien les colocó a los pobres Gabinete esta horrible etiqueta de ‘rock torero’, que me parece espantosa, por el hecho de que llevaran las camisas de lunares. Hay una canción sobre Belmonte, pero eso dentro del repertorio de un grupo es cero coma”.
Leiva: “Jaime cuenta las tripas de su mundo y él vive en un mundo real. Tiene los pies en el suelo y cuenta las cosas sin miedo”.
Jaime Urrutia: “Fuimos el grupo malencarado de la Movida y a mucha honra. Que me llamen chulo, me la suda”.
“Soy y seré un compositor de canciones: perseguir una fantástica melodía y ajustarle una buena letra. Ese es mi gran motivo de vivir”.